Adoptar medidas contra incendios en una comunidad de vecinos es una buena inversión, y no excesivamente onerosa para los propietarios del inmueble.
Aunque la legislación vigente solamente obliga a cumplir determinadas normas, es conveniente adoptar las mayores medidas de seguridad.
La ley obliga que hay en un inmueble extintores, al menos dos por planta, situados cerca de la escalera. Y en zonas comunes, ubicados a una distancia máxima de 15 metros.
En edificios de varias plantas, la escalera debe contar con puertas resistentes al fuego y, cuando haya más de nueve alturas, elementos capaces de aguantar temperaturas de 180 grados. También pulsadores de alarma de emergencia en las zonas comunes, y una columna seca, una tubería que recorre verticalmente el edificio con tomas de agua. Los hidratantes, que proporcionen agua los bomberos y están situados en el exterior de los edificios, son obligatorios.
Pero además de las medidas de seguridad obligatorias, es recomendable colocar luces de emergencia en los descansillos y en las escaleras, y detectores de humo en las zonas comunes.
Todas las medidas ligadas a la seguridad del edificio corren a cuenta de cada uno de los vecinos. Ninguno puede negarse a estos pagos si estas mejoras han sido aprobadas por la comunidad de propietarios.
Junto a estas medidas de seguridad, la normativa obliga a que cada comunidad de propietarios tenga contratado un seguro de incendios. Sin embargo, esta modalidad tradicional de póliza en los últimos años ha sido sustituida por el seguro multiriesgo.
El funcionamiento de un seguro multiriesgo para comunidades de vecinoses muy similar al existente para una vivienda particular. Garantiza el pago de una indemnización , el coste de reparación o la reposición de los bienes a causa de un siniestro.
Generalmente cubre los daños relativos al edificio, denominado técnicamente continente, y a los bienes de propiedad comunitaria destinados al servicio o a la seguridad del inmueble y situados en las zonas comunes, lo que se denomina técnicamente como contenido.
Puntos a tener presentes en la contratación:
· El Edificio y las dependencias anexas
El continente protegido por un seguro incluye el edificio, los cimientos, la estructura, los tabiques, los techos, los suelos, las cubiertas, las puertas, las ventanas, los cristales. Y todos los demás elementos relacionados, como el parqué, las moquetas y otros incorporados de forma fija y en origen al inmueble asegurado.
También contempla las dependencias anexas al inmueble, como los garajes, trasteros, instalaciones recreativas en la finca (piscina …)
Y las instalaciones fijas del inmueble y dependencias anexas, como las que corresponden al agua, al gas, a la electricidad y a las antenas.
Por su parte, el seguro se refiere al contenido como el conjunto de bienes de propiedad comunitaria. Aquí se incluye el mobiliario de las partes comunes, los elementos y útiles de jardinería, limpieza y mantenimiento comunitario.
· Riesgos cubiertos por daños y responsabilidad civil
Los principales riesgos cubiertos contra daños son el incendio, la explosión la caída de un rayo; los fenómenos atmosféricos; los actos de vandalismo; el impacto de vehículos; la rotura de lunas; el robo, la expoliación y los desperfectos.
El seguro también se hace cargo de los riesgos cubiertos por responsabilidad civil. En la general se contemplan los daños y perjuicios económicos causados involuntariamente y accidentalmente a terceros por acciones u omisiones derivadas de la propiedad del inmueble.
La responsabilidad civil por aguas comunes y grifos comunitarios cubre los daños y perjuicios ocasionados a terceros, causados por el agua procedente, exclusivamente, de la rotura o del desbordamiento de las canalizaciones comunes.
· Los factores que determinan la prima
La prima es el precio del seguro y se determina en función del capital asegurado, el valor que la comunidad de propietarios atribuye al edificio.
Es importante que se contrate el capital asegurado correcto para que la indemnización que reciba la comunidad de vecinos en caso de siniestro sea suficiente para compensar las pérdidas económicas que se puedan producir.
Además del capital asegurado, hay otros factores que determinan la prima, como el tipo de edificio, el número de plantas, la zona donde está ubicado, la fecha de construcción y otros …
Una vez calculada la prima, se aplican los impuestos y otras tasas (Consorcio de Compensación de Seguros y otras) para obtener el precio total de seguro.
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