Las estaciones de esquí son responsables de la seguridad de las pistas y del buen funcionamiento de sus remontes, así como de la omisión de prevención y protección. Por tanto, en caso de sufrir un accidente por mal estado de las instalaciones, se puede exigir daños y perjuicios en la estación de esquí. Ahora bien, si el usuario esquía fuera de pistas, lo hace bajo su única responsabilidad, ya que incumple las medidas de seguridad de la estación.
Los monitores de esquí o la escuela de esquí también pueden ser responsables si se sufre un accidente durante un curso que se haya contratado, ya que son responsables de la vigilancia y cuidado de los participantes. Si actúan con negligencia o incumpliendo sus obligaciones, también se les puede reclamar, junto con la estación de esquí.
El usuario o esquiador también puede ser responsable de un accidente si actúa con imprudencia o incumpliendo la normativa de la estación y, en este caso, deberá asumir las consecuencias de su actuación.
También se puede dar el caso que el accidente o la caída obedezca al riesgo inherente a la propia actividad y, en este caso, es muy útil contratar un seguro específico que cubra el auxilio en pista, el traslado, la atención médica y la hospitalización en destino, ya que el rescate no está cubierto ni por la Seguridad Social ni por los seguros privados de salud.
También puede ocurrir que exista una concurrencia de culpas, incluyendo a la víctima, y cada uno sea responsable en función a su participación en el daño.
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