El envejecimiento de la población y el número creciente de personas que no pueden valerse por sí mismas son evidencias de la necesidad de los seguros de Dependencia.
Un incipiente cambio de cultura sobre lo que supone una persona dependiente está contribuyendo a que el mercado empiece a evolucionar, pese a que la crisis ha lastrado su desarrollo y que el tratamiento fiscal de las pólizas sea todavía poco atractivo.
Aunque lentamente, los seguros privados de Dependencia empiezan a asomar la cabeza en nuestro país. Si nos basáramos en las estadísticas correspondientes al año 2009 como al primer trimestre del 2010, encontraríamos cifras que indican un crecimiento espectacular, pero no hay que engañarse. Esto se debe, fundamentalmente, a que este tipo de producto parte de cero en España.
El debate que se generó con la aprobación de la Ley de Dependencia supuso una toma de conciencia del grave problema de la dependencia y de la dimensión que está alcanzando el envejecimiento de nuestra sociedad.
Debido a la crisis y la consiguiente necesidad de reducir el déficit público, el Gobierno ha decidido dejar de asumir con carácter retroactivo el pago de las prestaciones previstas en la Ley de Dependencia una vez aprobado cada expediente. Aunque, eso sí, con el compromiso de resolver en un plazo máximo de seis meses todas las solicitudes.
Es una prueba más de que el Estado no tiene suficiente capacidad para afrontar los gastos que implica el desarrollo de una Ley de Dependencia, y de que el sector privado tiene un larguísimo recorrido en este campo.
La oferta de Seguros de Dependencia es una solución tanto si se desea una previsión complementaria como en el caso de aquellas personas cuyos niveles de renta les permitan un aseguramiento cien por cien privado.
Sin embargo, el tratamiento fiscal sigue siendo poco favorable. Las prestaciones recibidas, tanto en forma de capital como en forma de renta, tributan como rendimiento del trabajo: el 50% en caso de dependencia severa y el 100% en caso de gran dependencia.
Parece que, en buena medida, el desarrollo de este tipo de seguros pasa por incluir coberturas de Dependencia en otras pólizas, más que por la evolución de los propios productos de Dependencia en sí mismos.
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